lunes, 2 de junio de 2008

* La ruelle du romance *

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Llevo tiempo que en la casa estoy buscando,
el pedazo de alma que hace días perdí,
entre el mate y las colillas del cigarro,
es difícil de encontrar al que antes fui.
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Tengo ganas de decirte que te extraño,
que cuando te fuiste entonces entendí,
que los grandes cambios no se llevan años,
que bastó con un segundo junto a ti.
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Y volver a perdernos en la orilla de la cama de un hostal,
o en el anonimato de las calles frías de la gran ciudad,
y que me cuentes de tus libros y del mundo q quieres cambiar,
y regalarte un beso en medio de las sillas de la catedral.
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Y raptarte un par de días más conmigo,
y jugar al seductor o al enemigo,
o al que pese al tiempo se muere por ti.
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Es difícil de explicarle al calendario,
que el tiempo no pasa como dice allí,
que entre el lunes y el domingo hay tantos años,
si no estás acurrucada junto a mí.
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Tengo ganas de gritarte que te extraño,
que cuando te fuiste entonces entendí,
que los grandes cambios no se llevan años,
que bastó con un segundo junto a ti.
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Y volver a perdernos en la orilla de la cama de un hostal,
o en el anonimato de las calles frías de la gran ciudad,
y que me cuentes de tus libros y del mundo q quieres cambiar,
y regalarte un beso en medio de las sillas de la catedral.
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Y raptarte un par de días más conmigo,
y jugar al seductor o al enemigo,
o al que pese al tiempo se muere por ti.
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Y si el tiempo decidiera o el destino,
que al final no te quedaras tú conmigo,
Visitarte en el D.F., o en Madrid,
En el Morelia, allá en Puebla, o en París.