lunes, 19 de mayo de 2008

Carta de amor...

Amado mío:

Te pido una disculpa por no tener el valor de decirte lo que siento a la cara, de frente, pero me excuso con el hecho de que con tan solo mirarte siento que puedo derrumbarme, que puede escapárseme el alma si me encuentro con tus ojos en este momento. No espero que lo entiendas, sé que desde hace mucho tiempo perdiste la tuya (o más bien la tienes encerrada en algún lugar profundo y oscuro).


Me gustaría poder decirte con palabras todo lo que siento, lo que llevo por dentro desde el primer día en que escuché tu voz. Esa melodiosa arma tuya que tiene total poder sobre mi ser.


Jamás olvidaré esa noche, la noche en la que Dumbledore falleció y el castillo de Hogwarts fue invadido. La noche en la que sentí como si un rayo me partiera en dos al encontrarme con tu deliciosa figura luchando por escapar con los demás mortífagos. Tu malvado y sanguinario ser me cautivó casi instantáneamente.


Por eso te seguí, por eso fui a buscarte como una niña que va a enfrentarse con el dragón más temible y hermoso de sus sueños. No puedo describirlo, fue algo casi tan amargo como dulce.


Me escondí tras los árboles que rodeaban aquel lago donde te encontré. Entre las sombras observaba tu perfecto perfil mientras le aullabas a la luna. Los latidos de mi corazón iban en aumento mientras me acercaba a ti. No podía evitarlo, tu aullido, me llamaba, me llamaba…


No sacaste tu varita, pero tu ceño fruncido a todo momento me hizo pensar que podrías atacarme en cualquier instante. Sin embargo, no me detuve, tenía que acercarme a ti de algún modo.


Nunca sabré cómo sucedió, pero correspondiste a mi caricia, a mi abrazo, a mi beso… Me perdí en el éxtasis de tu mordida de lobo en mis labios, en mi cuello…


Ha pasado mucho tiempo desde aquel encuentro y sin embargo aún puedo percibir tu aroma impregnado en la tela de mi uniforme, envolviéndome completamente.


Necesito verte de nuevo, muero por volver a sentirte a mi lado. Eso será lo único que podrá curar la histeria que me invade por completo al pensar que tenerte es algo imposible.


Me mata que tu lealtad al señor tenebroso no nos permita estar juntos. Yo estaría dispuesta a beber el más destructivo de los venenos si eso acabara con esa maldita distancia que existe entre los dos.


Es que te amo, te amo como nunca he amado a nadie, con todo lo que tengo, con todo mi ser. Te amo a pesar de todo lo que se interpone entre nosotros, a pesar de que el mundo diga que lo nuestro no puede ser, que es una ilusión.


Eres mi razón, mi locura, mi desesperación… mi lobo.


Arriésgalo todo como yo lo hago. Lucha por mí contra todo lo que eres, lucha como lo hiciste aquella noche en la que la pasión se vio reflejada sobre las aguas. Si te decides, estaré esperando por ti en el mismo lugar de nuestro encuentro (hoy hay luna llena…).


Por siempre tuya,


Lily.